LA RESURRECCION

LA RESURRECCIÓN.

En el Nuevo Testamento, los cuatro evangelios concluyen con una narrativa extensa del arresto de Jesús, su juicio, su crucifixión, su sepultura y su resurrección.
En cada uno de estos cinco eventos evangélicos en la vida de Jesús son tratados con más intensos detalles que cualquier otra parte de la narrativa de Evangelio.

Los estudiosos señalan que el lector recibe prácticamente un relato de hora a hora de lo que está sucediendo. La muerte y la resurrección de Jesús pasan a considerarse como el clímax de la historia, el punto en el cual todo se ha ido dirigiendo durante todo el tiempo.

Después de su muerte por crucifixión, Jesús fue colocado en una tumba nueva que fue descubierta vacía en la madrugada del domingo.

El Nuevo Testamento no incluye un relato del «momento de la resurrección».

Los evangelios sinópticos coinciden en que, a medida que la noche se acercaba después de la crucifixión, José de Arimatea pidió a Pilato el cuerpo de Jesús y, después de que Pilato concedió su petición, lo envolvió en una sábana y lo pusieron en una tumba. Esto estaba de acuerdo con la ley mosaica, que establece que no debe permitirse que una persona colgada en un madero permaneciera allí por la noche, sino que debía ser enterrada antes del ocaso.

El Evangelio de Marcos dice: que cuando José de Arimatea pidió el cuerpo de Jesús, Pilato se sorprendió que Jesús ya estuviera muerto, y él llamó al centurión para confirmar esto antes de dar el cuerpo a José.
En el Evangelio de Juan, se hace constar que José de Arimatea fue asistido en el proceso de enterramiento por Nicodemo, quien llevó una mezcla de mirra y áloe e incluyó estas especias en la ropa de entierro por las costumbres judías (Juan 19:38-42).

Los cuatro Evangelios muestran que Jesús resucitado y encargó a las mujeres anunciar a los hombres, entre ellos a Pedro y los demás apóstoles, la resurrección, este es el fundamento de nuestra fe, la resurrección.

Después de descubrirse la tumba vacía, los evangelios indican que Jesús hizo una serie de apariciones a los discípulos. Él no era reconocible de inmediato, según Lucas podría aparecer y desaparecer, él no era un fantasma. Lucas es muy insistente en que, el Jesús resucitado podía ser tocado, y podía comer. (Lucas 24:39-43).

El primero se apareció a María Magdalena, pero ella no lo reconoció al principio.
Los dos primeros discípulos a los que se apareció, caminaron y hablaron con él durante bastante tiempo sin saber quién era. Él se dio a conocer «al partir el pan» (Lucas 24:35).
Cuando se apareció por primera vez a los discípulos en el Cenáculo, Tomás no estaba presente y no quiso creer hasta una aparición posterior, donde fue invitado a poner su dedo en los agujeros en las manos y el costado de Jesús (Juan 20:24-29).
Junto al mar de Galilea animó a Pedro a servir a sus seguidores (Juan 21:1-23).
Su última aparición sucede como cuarenta días después de la resurrección, cuando fue «recibido arriba» en el cielo (Lucas 24:44-53, Hechos 1:1-4), y se sentó a la diestra de Dios (Marcos 16:19, Colosenses 3:1).

En un momento posterior, en el camino a Damasco, Saulo de Tarso, entonces el mayor perseguidor de los primeros discípulos, se convirtió al cristianismo después de tener una extraordinaria visión y escuchar a Jesús, lo que lo dejó ciego durante tres días (Hechos 9:1-20).
Saulo más tarde sería conocido como el apóstol Pablo (Hechos 13:6), uno de los misioneros y teólogos más importantes del cristianismo.

La Resurrección es una verdad fundamental del cristianismo. Jesucristo verdaderamente resucitó por el poder de Dios.

La cruz, la muerte y la resurrección de Jesucristo son hechos históricos que sacudieron el mundo de su época y transformaron la historia de todos los siglos.
Todos debemos aprender de las enseñanzas de él, para imitarlos en el amor en todas sus expresiones y llegar a ser santos o uno con el padre.

LAS 7 PALABRAS DEL MAESTRO JESÚS EN LA CRUZ

En roma lo normal era la crucifixión para todo el que desobedeciera, lo espectacular, lo máximo del maestro Jesús fue que RESUCITO y está en nuestra razón fe.

En las lecturas bíblicas nos invita a presenciar el drama, del día, del calvario, al redentor del crucificado, el maestro Jesús y sus palabras antes de morir.

A partir de hoy, vamos a desarrollar y vivir cada una de estas palabras, en nuestra nueva vida, para que esta resurrección, nos dé una nueva actitud.

1.-PERDONAR.
“Padre perdónalos porque no saben lo que hacen.” (Lucas 23:34)
Todas las noches, en la conversación con Dios padre, pedir perdón, perdonándote y perdonar, todo lo que genere una emoción negativa en ti o contra otras personas o situaciones, Los beneficios son cambios en ti y lo mismo ocurre con todo tu alrededor.
Cuando te perdonarte a ti mismo, al hacerlo te libera del pasado y te permite que fluya tu verdadero potencial en todos los aspectos de tu vida.

2.-COMPARTIR.
“Hoy estarás conmigo en el paraíso.” (Lucas 23:43)
Compartir hace referencia a dar a otras personas conocimientos, tiempo, alegría y recursos. Tenemos la tendencia a compartir lo que es conveniente para nosotros, esta actitud es del pasado. Mi nuevo compromiso debe ser de compartir la abundancia del corazón, del amor por la vida y de las bendiciones que Dios padre nos da.
Comprometerte con tigo mismo, a que cada día vas a tener un acto de compartir algo de ti, para generar bendiciones en tu vida.

3.-ENCOMENDAR.
“Mujer he aquí tu hijo… he aquí tu madre.” (Juan 19:26-27)
Encomendemos nuestro camino a Dios padre para que ser bendecidos, Desde tiempos muy antiguos las personas normalmente colocan su confianza en algo o en alguien para que según su criterio los ayude, tu y yo vamos a encomendarnos a la gracia de Dios padre, a las enseñanzas del maestro Jesús, en la ayuda de los ángeles custodios y a encomendarnos a la fuerza del espíritu santo.
Cada día encomendémonos y encomendemos a las personas que ámanos, con las que compartimos y oremos unos por otros.

4.-VIVENCIAS.
“Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has desamparado?” (Mateo 27:47)
Muestro fin es vivir felices, existe todo tipo de personas y formas de ver la vida, de vivir la vida, lo importante finalmente es la experiencia que cada uno de nosotros tenga respecto a las vivencias cotidianas. Vivir en armonía es más que constituir una meta en sí misma es lograr encontrar una vivencia feliz y plena, con todo lo que nos rodea, es una elección interior y personal constante, de cada momento para vivir cada situación. En última instancia, no hay nada ni nadie en el afuera que nos pueda brindar más felicidad que la que nosotros podemos dar a nosotros mismos en cada momento.
Dios padre, que en mi vivencia cotidiana viva con amor, esperanza, alegría, progreso y fe cada momento, creando en mi corazón y mente lo que deseo vivir.

5.-CONOCIMIENTO.
“Tengo sed.” (Juan 19:28)
Dios padre es el creador de todo cuanto existe, es suprema inteligencia, del amor y de la libertad. Si tuviéramos que hablar de su naturaleza, diríamos que es perfecto, eterno, creadora, único. Si pensamos en el alcance de nuestra inteligencia se podía medir por la magnitud de la tarea que desarrollamos. Cada día el conocimiento se multiplica, la tecnología crea nuevo artilugios y el hombre en su afán de comodidad se olvida de cultivar su cerebro, desarrollar su mente.
Hoy sabemos que lo que aprendemos, vemos y vivimos en nuestra creación, en la medida que mas nos dedíquenos a cultivarnos en leer, ver programas, ir al cine, pintar, escribir, caminar, conocer lugares, tener experiencias distintas, crea y mejor muestra realidad.

6.-VIVIR LA REALIDAD.
“Todo está Consumado es.” (Juan 19:30)
Algunas veces, cuando conseguimos entrar en contacto con la realidad, no nos guata y enseguida volvemos a nuestro viejo estado de inconsciencia de apegos, de juzgar, de criticar, de dolor, de sufrimiento y de cargar con todo, por consiguiente insatisfacción. El motivo de esto es la no aceptación de la realidad, a vivir la sin ilusiones, sin sueños, sin metas, de manera consciente y responsable.
A partir de este nuevo resucitar, te invito hacer un pacto con Dios padre, donde retomes la vida que deseas. En amor, en la felicidad, en la abundancia y en el progreso, con la cabeza en el cielo y los pies en la tierra.

7.-PLENA CONFIANZA EN DIOS PADRE.
“Padre en tus manos encomiendo mi espíritu.” (Lucas 23:46)
Muchas veces nos olvidamos de vivir, creer y confiar en la voluntad de Dios padre, por consiguiente nos sentimos con un gran peso en nuestras vidas, dificultades por doquier, problemas en todo y un sinfín de situaciones que ponen todo nuestro mundo de cabeza.
Vamos a confiar en Dios padre porque nos ama infinitamente, él te escuchará, te ayudará y desea en bien para ti. Fíjense en las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, no guardan alimentos en graneros y, sin embargo, Dios padre las alimenta, vamos a fomentar la FE, a desarrollar la FE, aumentar la FE, a tener FE.