GRANDES CAMBIOS.

Estamos transitando tiempos tan acelerados y cambiantes que muchas veces podemos sentir como que estamos viviendo en un constante cambio.

Todo cambia, muta, se transforma. Todo lo que creíamos, deja de ser o importar. Todo lo que era, no lo es más. Todo lo que pensábamos, ya no interesa.

Las personas con las que nos vinculábamos de pronto dejan nuestras vidas sin previo aviso.

Cuesta asimilarlo, cuesta aceptarlo, es verdad. A veces la impotencia que sentimos puede llegar a ser muy honda y nuestro cuerpo está trabajando arduamente mostrándonos una y otra vez todo lo que aún nos queda por trasformar en nosotros mismos.

Pasamos del llanto a la risa o de la alegría al enojo con una gran facilidad.

De golpe, todo lo que ya creíamos superado o aprendido vuelve a manifestarse, para que lo perfeccionemos, lo comprendamos, para que lo sanemos y de esta forma crecer y conectamos con la fuente DIOS PADRE en nosotros.

Y nuestro cuerpo parece, no lograr acostumbrarse a ese constante movimiento, la idea es que cada órgano, cada parte de mi cuerpo nos habla, nos dice que está pasando con migo mismo.

Aprendamos a escucharlo, es el primer trabajo en el crecimiento personal en la unión con DIOS Padre, porque si yo me amo, me valoro y me quiero soy una fuente y no in conflicto.

Así mismo, las máscaras de las personas caen cada vez con mayor facilidad, sale a flote los interese egoístas, la envidia, la competitividad, toda una violencia que se manifiesta sin control, se olvida todo lo aprendido, la paciencia, el amor por el otro, la bondad, la caridad, los lazos familiares, las metas, tornado sen en inconscientes con todos y en todo.

Nadie sabe a qué atenerse, ni cómo reaccionar ante estos tiempos en los que si no estamos equilibrados, conscientes, con un corazón lleno de virtudes, con metas y afirmaciones positivas, podemos quedar tumbados seriamente.

Cada día DIOS Padre pone en nuestro camino las enseñanzas, para facilitar nuestros cambios, esta enseñanza desde mi punto de vista está representada en el cuerpo físico que es el único que realmente nos dice lo que nos está pasando, con sus molestias o dolencias y con cada persona como el espejo.

Estos cambios que estamos viviendo nos están ayudando a limpiar, a cambiar y asumir nuestras responsabilidades, en las 13 facetas, en las emociones, en nuestras relaciones personales, en el desarrollo como mejor persona.

Debemos ver este cambio como una bendición, y agradecer la posibilidad que nos dan, de ver la vida desde una perspectiva aún más sabía.

Mi mensaje es que pese a que estamos cambiando a cada momento, demos gracias de estar aquí, demos gracias por cada experiencia y perdonemos para liberarnos, escuchemos nuestro cuerpo, hagamos meditemos y por su puesto creemos afirmaciones que tengas los 6 sentidos puestos en la gracia de DIOS Padre.

Durante el día saquemos espacios de soledad, para respirar, para conectarnos con la fuente divina, para escuchar solo nuestra voz interior, DIOS Padre con migo.