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lunes, 23 de diciembre de 2013
MENSAJE DE NAVIDAD
Esta es una época maravillosa, y yo la comparto como una fecha especial para celebrar algo tan valioso como el amor, la amistad, el respeto y la valoración, ese vínculo que creamos con personas con quienes lo único que nos une es un sincero y mutuo aprecio, de compartir, de crecer, de aprender.
Los verdaderos amigos son la familia que construimos cada día, cada encuentro en base a los dictados del nuestro corazón no de nuestra sangre, ya que mientras que el destino nos escoge a los parientes, nosotros escogemos los amigos, los hermanos en el camino.
Una verdadera amistad es ante todo es una fuente de afecto y conocimiento, los amigos son personas con quienes establecemos una relación tan significativa que valida nuestra importancia en el mundo, a la vez que nos suple de una dosis fundamental de cariño y compañía.
Más importante que la mano que nos tiende cuando más la necesitamos o la sonrisa amable que nos ofrece un amigo o amiga en esos días oscuros, es el profundo regocijo que sentimos cuando alguien confía en nosotros y está dispuesto a abrirse a nuestra amistad, ya que esto significa que nos valora, nos quiere, nos aprecia.
Yo te invito en esta navidad, a que le expresemos a todos nuestros amigos o amigas de nuestros afectos, un gracias amigo por estar con migo, gracias amigo por lo que compartimos, gracias amigo por su amistad, gracias amigo por tu buena energía y tus buenos deseos.
Y yo Efraín Gómez. Con todo mi amor, con gran afecto por ti, te envió una brazo fraternal, un gran bendición +, para ti y los tuyos en estos días.
Voy a contándote esta historia:
Un mendigo se sentaba sobre una caja a la orilla de una avenida muy importante, y con el paso de la gente pedía limosnas, se sentaba sobre esa caja hacia 30 años, un día paso por allí un maestro espiritual y el mendigo le dijo "Una Monedita por favor" , mecánicamente como siempre lo hacía, extendiendo su mano.
No tengo nada que darle le dijo el maestro, y luego de eso el maestro le pregunto: ¿Qué es eso donde está sentado?
Nada, contesto el mendigo...
Solo una caja vieja, me he sentado en ella desde que tengo memoria.
El maestro le volvió a preguntar: ¿Alguna vez ha mirado que hay adentro? , No Dijo el Mendigo, ¿Para qué? ¿No Hay Nada Adentro?
El Maestro insistió por favor échele una mirada adentro!
El Mendigo se las arregló para abrir la caja, con asombro, incredulidad y alborozo, vio que la caja estaba llena de ORO...
Hoy, solo te digo que mires dentro de ti, que mires el lugar más valioso que tienes, su mente y tu corazón para crear tu nuevo mundo.
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