domingo, 1 de marzo de 2015

RECUERDA AL NIÑO/A QUE LLEVAS DENTRO DE TI.



Los niños son agradecidos efusivamente y luego corren por toda la casa saltando y gritando de alegría. Yo digo que es porque el niño aún está limpio de estructuras mentales rígidas y limitantes y por este motivo, siente las cosas con pasión y ardor.

Recuerda que tú también tiene la capacidad de sentir esa misma pasión por todo.

Compórtate más a menudo como los niños en los asuntos de la vida, desarrolla esa pasión y alegría por todo lo que haces, lo que quieres y tómalo como un juego, disfrutando de todo. Esto no significa que trates a tu vida sin respeto, significa que aprendas a divertirte con ella.

Disfruta de tu búsqueda interior como si fuera un juego, porque lo es. Saca a fuera el niño que todavía llevas dentro. Recuerda tus sentimientos cuando eras un niño, sin preocupaciones, y esto generaba el logro de las metas.

Debes cambiar tus patrones mentales negativos, de miedo, de angustia, impaciencia, etc., voy a explicarte con este ejemplo como las adicciones negativas no te dejaran crear la vida que quieres vivir.

Hubo un hombre llamado Juan, tenía poco más de veinticinco años, Estaba en la ruina total. Vivía en un apartamento diminuto y la mayoría de los meses no podía pagar la renta o alquiler del mismo. Ni siquiera esa difícil situación, lo apartó de su obsesión por el dinero. Se pasaba casi todo el tiempo pensando en el dinero. Algunas noches se despertaba y empezaba a diseñar gráficos y proyectos sobre sus futuras riquezas. Estaba siempre estudiando planes de negocios y estrategias de inversión. También estaba al tanto de las últimas técnicas de pensamiento positivo. Para cualquiera que no le conociera, Juan era la imagen clara de un hombre a punto de triunfar. Todo el que se encontraba con él, sacaba la conclusión de que era una persona destinada al éxito.
Todos estaban equivocados. Juan no llegó a ningún lado y Diez años después, todavía estaba encerrado en un apartamento diminuto leyendo libros sobre dinero y economía. Tuvo dos mujeres, dos úlceras y una docena de ideas de negocios.
Un día, juan se encontró con sabio, estaba desesperado a punto de hacer algo con su vida y decidió buscar respuestas, preguntarle, porque no consigo lo que quiero, no sé qué es lo que hago mal, porque nunca nada me sale bien, porque lo he intentado todo y sigo igual.

El sabio vio cuál era su problema de fondo.

Tenía una adicción feroz a la idea de tener éxito en la vida. Lo que todo el mundo interpretaba como una actitud positiva, era realmente una negativa adicción al dinero. A Juan le aterrorizaba el fracaso. Todas sus motivaciones estaban basadas en el miedo, síntoma claro de una adicción.
El sabio lo miro fijamente a los ojos y le dije, Juan, creo que ya llevas bastante tiempo aguantando y sufriendo esas penurias, es tiempo de cambiar, de hacer algo nuevo. Mientras sales de esta situación, lo mejor es que aceptes y reconozcas lo que estás viviendo, porque lo que estás viviendo lo crearon tus patrones mentales, para poder empezar a cambiar estos patrones mentales debes vivir la realidad, el hoy tal como es.
El sabio le enseño a aceptar su realidad para poder cambiarla, a vivir el aquí y ahora, el perdonar y el perdonarse, sobre todo ser agradecido con todo, estar siempre alegre, tener fe y retomar en su interior, al niño interior que el tenia.

Cuantos de nosotros tenemos la historia de Juan, repitiendo, repitiendo y repitiendo lo mismo, sin resultados.

Todo por que aprendimos a darle valor a ideas y proyectos desde nuestras carencias, con una madurez basada en la rigidez de pensamiento, mientras nuestro niño/a interior (la creatividad) quedo relegada a temores, conflictos, miedos y esto en futuro crea la dolencia, la enfermedad.

La invitación es volver a ser niños desde el disfrute y gocé de la vida.

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